MODELANDO UN MUNDO MEJOR
Educar mejor es el único futuro
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Alumnos básico -intermedio
PROMESA A MIS ALUMNOS
Más de 30 años educando en las artes
A mis alumnos pasados, presentes y futuros:
Espero de ti entusiasmo por aprender, buen humor y capacidad de asombro. Reconoce que cada centavo que pagas por mis lecciones representa un arduo trabajo que muchas personas no pueden permitirse. Por eso, te pido que aproveches al máximo cada segundo, que hagas preguntas y me indiques si necesitas ir más despacio o más rápido.
Deseo que cada momento en el aula sea una oportunidad para explorar ese lugar que solo podemos tocar en nuestros sueños, donde tus alas pueden volar sin límites.
No ambiciones ser como nadie más. Descubre el inmenso tesoro que llevas dentro, tu potencial y talento, y sé alguien a quien los demás admiren.
Por encima de todo, no me veas como un simple maestro. Los maestros son aquellos que han hecho grandes sacrificios profesionales y, si tienen vocación verdadera, son guías y ejemplos tanto en el aula como en la vida.
Prefiero que me veas como tu hermano mayor o ese amigo con el que siempre te has llevado bien. Confía en que mi educación, principios y experiencia me han convertido en alguien que nunca dañará a otros para su propio beneficio. Si atraviesas momentos en los que necesitas consejo o simplemente alguien que escuche tus preocupaciones, siempre estaré ahí para ti más allá de mis deberes profesionales, porque ese es mi deber humano más importante.
¿Y qué esperas tú de mí?
Espero que esperes paciencia, ya que la tengo en abundancia.
Espero que esperes ignorancia, ya que mi búsqueda constante de conocimiento surge de reconocer mi propia falta de sabiduría.
Espero que esperes sencillez, ya que las personas complicadas terminan en situaciones innecesarias.
Espero que esperes sentido del humor, ya que reírme de mí mismo y de las cosas serias me ha mantenido saludable.
Espero que lo que aprendamos juntos te permita superar barreras y el miedo al fracaso. Si llevas esa lección en tu corazón, ningún título de prestigio te brindará tanto respaldo.
Si hay algo más que esperas de mí, ¿por qué no me lo dices?
Leer la mente no es uno de mis talentos.
Hay quienes aceptan a cualquier alumno que pueda pagar sus clases, pero yo elijo cuidadosamente a mis alumnos. Si te exijo mejores resultados, no es porque no me agrades. Siempre busco pulir diamantes. Si alguien es mediocre o incapaz de comprometerse, los dejo en manos de maestros de su misma condición. No aspiro a tu respeto por mi apariencia, títulos o posición. He usado la ropa que me ha dado la gana y he recibido todo tipo de reconocimientos. He tenido mejores cargos que muchas personas que me juzgan superficialmente.
Sin embargo, todo eso es insignificante en comparación con lo que puedo lograr cuando tengo una bola de plastilina en las manos.
Exijo mucho porque, al dar clase, lo doy todo por ti.
Aldo Rodrigo Sánchez Tovar dijo: "Lo primero que demuestra qué tan noble es tu cuna es lo que has ido dejando en los demás. Tu comportamiento es lo que describe si eres verdaderamente noble de nacimiento
To my past, present, and future students: I expect enthusiasm for learning, a good sense of humor, and a sense of wonder from you. Recognize that every penny you pay for my lessons represents hard work that many people cannot afford. Therefore, I ask you to make every second count, to ask questions, and to let me know if you need to go slower or faster.
I hope that every moment in the classroom becomes an opportunity to explore that place we can only touch in our dreams, where your wings can soar without limits.
Do not aspire to be like anyone else. Discover the immense treasure within you, your potential and talent, and be someone whom others admire.
Above all, do not see me as just a teacher. Teachers are those who have made great professional sacrifices and, if they have true vocation, they are guides and examples both in the classroom and in life.
I prefer you to see me as your older brother or that friend with whom you have always gotten along. Trust that my education, principles, and experience have made me someone who will never harm others for personal gain. If you go through moments when you need advice or simply someone to listen to your concerns, I will always be there for you beyond my professional duties, because that is my most important human duty.
And what do you expect from me?
I hope you expect patience, as I have it in abundance. I hope you expect ignorance, as my constant pursuit of knowledge arises from recognizing my own lack of wisdom. I hope you expect simplicity, as complicated people often end up in unnecessary situations. I hope you expect a sense of humor, as laughing at myself and serious things has kept me healthy. I hope that what we learn together helps you overcome barriers and the fear of failure. If you carry that lesson in your heart, no prestigious title will give you as much support.
If there is anything else you expect from me, why not tell me? Reading minds is not one of my talents.
Some accept any student who can pay for their classes, but I carefully choose my students. If I demand better results from you, it's not because I don't like you. I always seek to polish diamonds. If someone is mediocre or unwilling to commit, I leave them to teachers of their own condition. I do not aspire to your respect based on my appearance, titles, or position. I have worn whatever clothes I pleased and have received all kinds of recognition. I have held better positions than many who judge me superficially.
However, all of that is insignificant compared to what I can achieve when I have a ball of clay in my hands.
I expect a lot because, in teaching, I give everything for you.
Aldo Rodrigo Sánchez Tovar said, "The first thing that demonstrates how noble your upbringing is, is what you have left in others. Your behavior is what describes whether you are truly noble by birth."
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Aldo Sánchez Modelando un Mundo Mejor
Hola, soy Aldo Sánchez. Nací en 1969 como un bebé prematuro en el Hospital de la A.N.D.A. Mi infancia transcurrió en una casa antigua en la colonia Altavista en Monterrey, cerca del Instituto Bilingüe La Silla. Mi educación primaria comenzó en el Jardín de Niños de la Escuela Jaime Torres Bodet, donde la Maestra Lupita era la responsable de mi grupo.
Mi padre trabajaba vendiendo equipo para perforación minera y neumática, y mi madre dejó su carrera profesional para cuidarme mientras mi padre viajaba constantemente. En 1975 nos mudamos a la Colonia Contry, en la calle Alfonso Reyes.
Continué mi educación primaria en The King Edward Academy y la terminé en la Escuela Ciudad de Monterrey en Contry La Silla. Durante mi infancia, fui hijo único y mis padres se dedicaron por completo a mi cuidado. Estuve involucrado en los Scouts, tomé clases de arte y mi abuelo, que era médico, fomentó mi amor por la lectura. Aprendí a leer a los cuatro años y, a los diez, ya había leído numerosos libros de literatura universal. Además, mi madre me influenció al conversar frecuentemente en inglés, ya que muchas de mis mejores amistades tenían familias bilingües. Hubo un momento en el que llegué a hablar más inglés que español.
Sin embargo, la tragedia golpeó a mi familia cuando mi hermano menor, Juan Marcelo Sánchez Tovar, falleció poco después de nacer. A pesar de esta pérdida, mi hermano René Omar nació unos años después, lo que me enseñó la importancia de valorar y amar intensamente a las personas que tenemos.
Durante mi infancia, se notó que aprendía rápidamente pero tenía dificultades para lidiar con la frustración y me fatigaba rápidamente. Se realizaron exámenes que confirmaron que tenía un coeficiente intelectual en el rango normal alto y superior. Sin embargo, se recomendó prestar atención al manejo de la frustración y otros aspectos que eran difíciles de evaluar en aquel entonces.
Mis padres comenzaron un doloroso proceso de divorcio, lo cual me afectó profundamente. Me refugié en la literatura, el cine y las historias para escapar de la realidad que no podía cambiar ni corregir. Me volví "el niño de la plastilina". Aunque esto estimuló mi creatividad, también me alejó de las personas. Sentía que los demás podían dejar atrás lo amado fácilmente, lo que me llevó a cerrar puertas y tener dificultades para conectarme con los demás. Experimenté angustia, pesadillas y desarrollé sensibilidad a ciertos estímulos como ruidos monótonos y la invasión de mi espacio personal.
El Licenciado Horacio Alvarado Ortiz, inesperadamente, me rescató al visitar mi casa y hacer un reportaje sobre mis figuras de plastilina inspiradas en Star Wars. En ese momento, yo estaba estudiando en la Preparatoria Técnica Médica, siguiendo los pasos de mi abuelo, que era médico.
En ese año, me encontraba estudiando en la Preparatoria Técnica Médica, buscando la especialidad de embalsamamiento de cadáveres. Siendo mi abuelo médico, las materias primordiales como anatomía, fisiología, patología y farmacología eran familiares para mí desde niño y a veces causaban dolores de cabeza a los jóvenes estudiantes.
Poco después, El Licenciado Horacio Alvarado QEPD me invitó a trabajar con él, primero como asistente de producción operando la cabina de grabación, y eventualmente comentando cine en una sección de su programa.
A partir de ahí, lo que yo hacía recibió mucha cobertura de prensa, radio y televisión. A pesar de que deseaba mantenerme alejado de los reflectores y enfocarme en mi trabajo artístico, cada evento me empujaba hacia un círculo de acontecimientos desconcertantes. A los quince años, tuve una exposición en el Planetario Alfa por invitación de Guillermo Schmidhuber de la Mora, quien en ese entonces era director.
Después de eso, decidí viajar a Cancún y otros lugares. En ese intervalo, ya era mayor de edad y había considerado ingresar a la Facultad de Medicina. Sin embargo, mi falta de disciplina me llevó a matricularme en la Facultad de Artes Visuales. Aunque no completé la carrera, esta experiencia me permitió relacionarme con diversos creadores y artistas que se convertirían en ejemplos a seguir para el resto de mi vida.
Uno de los pocos eventos que rompió la secuencia de aislamiento en la que me encontraba fue un repentino deseo de hacer ejercicio físico, a pesar de que no había sido uno de mis mayores intereses durante la niñez. Mi pasión por correr me llevó a participar en maratones, practicar natación, pesas, esgrima y artes marciales.
Desilusionado por los estrechos horizontes de Nuevo León, decidí mudarme por mi cuenta a Cancún, Quintana Roo, en 1988. Allí desarrollé una nueva faceta profesional trabajando para aerolíneas y cadenas hoteleras.
Sin embargo, la nostalgia por mi ciudad natal, mi familia y otras razones me hicieron regresar brevemente para casarme y realizar una residencia de tres años. Porque así son los cuentos de hadas, el joven príncipe se casa con la bella joven y se van a una ciudad de ensueño... ja ja ja. En poco tiempo, me invitaron a dar clases, ya que anteriormente había impartido clases para pagar mis gastos de preparatoria, enseñando inglés, grecolatinas, ajedrez y declamación. En 1991, presenté mi primera exposición como adulto, titulada "El Colapso de la Razón", en el Palacio de Gobierno de Cancún, Quintana Roo.
En 1993, regresamos a Monterrey y el 4 de junio de ese año, nació mi hijo Aldo Jareth.
Los años siguientes fueron vertiginosos. Comencé a impartir cursos para el DIF de Apodaca y para la Casa de la Cultura Museo Moisés Sáenz, gracias a la amable invitación del Licenciado Ramiro Estrada Sánchez. Me divor
En 1993 regresé a Monterrey y, el 4 de junio de ese año, nació mi hijo Aldo Jareth.
En los siguientes años, tuve la oportunidad de dar cursos para el DIF de Apodaca y para la Casa de la Cultura Museo Moisés Sáenz, gracias a la amable invitación del Licenciado Ramiro Estrada Sánchez. Aunque me divorcié, decidí ofrecer mi proyecto de enseñanza a Alejandra Rangel en CONARTE. Sin embargo, su respuesta careció de entusiasmo y se limitó a sugerir que "concursáramos por una beca". En esa ocasión, fue mi tercer intento infructuoso de colaborar con autoridades culturales del estado, por lo que decidí no volver a tratar con ellos.
El 14 de febrero, junto con amigos creadores, abrimos CRONOS Tiempo de Todo! A pesar de contar con recursos mínimos, este proyecto se convirtió en una parte fundamental de la subcultura urbana de Monterrey a fines de los noventa.
Estaba decidido a hacer que todo funcionara: mi desarrollo profesional, mi deseo de formar una familia sólida, superar mis ansiedades y enfrentar mis miedos de la infancia. Me atreví a dar entrevistas y a aventurarme en diversas actividades como si las hubiera estado haciendo toda mi vida. Incluso superé mi vértigo saltando del bungee.
Entre 1999 y 2000, coordiné la delegación cultural regiomontana en el Encuentro Nacional de Jóvenes 2000 en Meztitla, Morelos, para Causa Joven Nuevo León y el INJUDE. Al mismo tiempo, trabajaba como funerario por las noches para cubrir los gastos de CRONOS Tiempo de Todo!, que nunca recibió subvenciones ni becas.
Durante esos años, organicé cuatro exposiciones con el Gobierno Municipal de Apodaca, Nuevo León, y ofrecí talleres con la Dirección de Cultura del Municipio de Ciudad Guadalupe, por invitación de la Licenciada Jéssica Vargas. En 2005, el Gobierno del Estado de Nuevo León, a través del Instituto Estatal de la Juventud, nos otorgó el Premio Estatal de la Juventud en la categoría de Méritos Cívicos, entregado por el entonces gobernador José Natividad González Parás. Posteriormente, fui invitado a participar como consejero en el Instituto de la Juventud del Municipio de Ciudad Guadalupe, Nuevo León.
Al mismo tiempo, llevé a cabo la logística de varios eventos en Cintermex, publiqué cuentos, artículos, entrevistas y reseñas, y brindé oportunidades de publicación a jóvenes talentos literarios y de cómics. También tuve la oportunidad de ser intérprete y maestro de ceremonias de diversos artistas nacionales e internacionales, como Marisa de Lille, Corin Nemec y Peter Mayhew, quien recientemente falleció y interpretó a Chewbacca en la saga original de Star Wars.
También tuve la oportunidad de colaborar con la Licenciada Laura Fernandez, una destacada promotora cultural y fundadora de la Editorial Regia Cartonera. Trabajamos juntos en talleres y actividades en espacios como Casa Universitaria del Libro y Papalote Museo del Niño.
Durante el año en que recibí la medalla al Mérito Cívico en 2005, volví a casarme y nació mi hijo Roldán Marcelino. En los últimos años, he enfrentado una disminución alarmante en mi salud y mis ingresos laborales. Atravesé el vigésimo aniversario de CRONOS Tiempo de Todo! con fatiga y tristeza, ya que a lo largo de veinte años y a pesar de todo lo que documenté, la sociedad nunca mostró interés en lo que promovía. A nivel personal, también ha sido un tiempo de reconciliación, al cruzar los cincuenta años de vida, comprendí que lo más vital y crucial era seguir mi conciencia y marco ético, sin importar pisar los callos de funcionarios corruptos, ya sea por acción u omisión. En este camino, también consolidé la lealtad y solidaridad de muchos artistas que forjaron sus carreras siendo yo su primer admirador, aval y compañero. Al igual que el niño que se sumergió en la fantasía de Star Wars para evitar el dolor, cerré el círculo capitalizando todo lo que la historia de George Lucas ha regalado a mi vida. He creado miles de réplicas en todas las escalas y materiales inspiradas en esta y otras sagas. Gracias a una invitación de Fernando Galaviz Yeverino, fui uno de los 40 autores reseñados en la antología "Mundos Remotos y Cielos Infinitos", que destaca a los pioneros de la ciencia ficción en Regiomontana.
Finalmente, gracias a una amable invitación de Lily Medina y César Carrasco, regresé a San Nicolás, donde había expuesto hace veinte años, para unirme a La Academia para las Artes del Municipio de San Nicolás de los Garza, bajo la dirección cultural de Katzir Meza Medina.
A lo largo de los años, en medio de todo lo que he mencionado, muchas familias me han confiado la educación de sus hijos, y con el tiempo, esos niños crecieron y también me llevaron a sus propios hijos. Me involucré en sus graduaciones, cumpleaños, hospitalizaciones, bodas y muchos otros momentos importantes. Además, el modelado en plastilina como forma artística ha mostrado resultados positivos en algunas discapacidades, por lo que he tenido alumnos diagnosticados con autismo, síndrome de Asperger, Tourette, síndrome de Down, parálisis cerebral y otros en rehabilitación de malformaciones o amputaciones en los dedos o manos. Aunque he enseñado a personas de todas las edades, siento una inclinación especial por enseñar a niños y niñas que tienen la capacidad de concentrarse en las tareas bajo instrucciones, lo que me permite hacer ajustes y adaptaciones para casos extraordinarios. Al participar en su educación, no solo promuevo la sensibilización artística, sino también la formación de valores y la sociabilización. Gracias a mis años dando clases
Por invitación de Fernando Galaviz Yeverino soy uno de los 40 autores reseñados en Mundos Remotos y Cielos Infinitos Antología de los 40 autores pioneros de la ciencia ficción Regiomontana
Finalmente por una fina invitación de Lily Medina y César Carrasco regresé al San Nicolás donde había expuesto veinte años atrás para sumarme a La Academia para las Artes del Municipio de San Nicolás de los Garza cuya Dirección Cultural preside Katzir Meza Medina. Así como luego de muchos años de colaborar cada verano la Licenciada Jessica Vargas me invitó a formar parte de los talleres artísticos para el DIF LAZOS de Cd Guadalupe Nuevo León donde tengo el privilegio de iniciar en las artes a pequeñitos con diagnósticos de Espectro Autista, Asperger y Sindrome de Down entre otros.
Al paso de los años, en medio de todo lo que he contado, fueron tantas ocasiones en las que una familia me confió a sus hijos para clases, luego los hijos crecieron y a su vez me llevaron a sus hijos, me involucraron en sus graduaciones, cumpleaños, hospitalizaciónes, bodas y más. Además el modelado en plastilina es una manifestación artística que parece tener ciertos resultados con algunas discapacidades así que entre mis alumnos algunos han sido de diagnóstico autista, aspeger, tourette, sindrome de down, parálisis cerebral, algunos en rehabilitación de malformaciones y/o amputaciones en dedos o mano completos.
Aunque he enseñado a personas de todas las edades, tengo una inclinación especial por trabajar con niños y niñas que tienen la capacidad de concentrarse en las tareas y seguir instrucciones. Esto me permite hacer ajustes y adaptaciones para casos especiales. Mi objetivo al participar en su educación es no solo promover la sensibilización artística, sino también contribuir a su formación de valores y fomentar su sociabilización. A lo largo de mis años como profesor, he logrado superar cualquier molestia que haya sentido hacia las personas. Siempre hay un niño que se despide de mí al finalizar el curso, o alguien que regresa al año siguiente con un regalo especial. Incluso hay quienes me muestran cómo mi clase ha influido positivamente en sus carreras profesionales. Estas experiencias han sanado cualquier herida que haya llevado durante años, más que cualquier otra cosa que haya intentado consciente o inconscientemente.
En resumen, esto explica por qué, a pesar de no ser la persona más simpática, soy quien brinda clases con toda vocación a sus hijos.
Hello, I'm Aldo Sánchez. I was born in 1969 as a premature baby at the A.N.D.A. Hospital. My childhood was spent in an old house in the Altavista neighborhood in Monterrey, near the Bilingual Institute La Silla. I started my primary education at the Jaime Torres Bodet School Kindergarten, where Teacher Lupita was in charge of my group.
My father worked selling mining and pneumatic drilling equipment, and my mother left her professional career to take care of me while my father traveled constantly. In 1975, we moved to the Contry neighborhood on Alfonso Reyes Street.
I continued my primary education at The King Edward Academy and completed it at the Ciudad de Monterrey School in Contry La Silla. During my childhood, I was an only child, and my parents dedicated themselves entirely to taking care of me. I was involved in the Scouts, took art classes, and my grandfather, who was a doctor, fostered my love for reading. I learned to read at the age of four, and by the age of ten, I had already read numerous books of world literature. Additionally, my mother influenced me by frequently conversing in English since many of my closest friends had bilingual families. There was a time when I spoke more English than Spanish.
However, tragedy struck my family when my younger brother, Juan Marcelo Sánchez Tovar, passed away shortly after birth. Despite this loss, my brother René Omar was born a few years later, which taught me the importance of valuing and intensely loving the people we have.
During my childhood, it was noticeable that I learned quickly but had difficulty dealing with frustration and would quickly become fatigued. Tests were conducted confirming that I had a high and superior normal range of intelligence quotient. However, it was recommended to pay attention to handling frustration and other aspects that were difficult to evaluate at the time.
My parents began a painful divorce process, which deeply affected me. I found refuge in literature, cinema, and stories to escape from a reality I couldn't change or fix. I became "the clay boy." Although this stimulated my creativity, it also distanced me from people. I felt that others could easily leave behind what they loved, which led me to close doors and have difficulties connecting with others. I experienced distress, nightmares, and developed sensitivity to certain stimuli such as monotonous noises and the invasion of my personal space.
Unexpectedly, Lawyer Horacio Alvarado Ortiz rescued me by visiting my house and doing a report on my Star Wars-inspired clay figures. At that time, I was studying at the Preparatoria Técnica Médica, following in the footsteps of my grandfather, who was a doctor.
In that year, I was studying at the Preparatoria Técnica Médica, seeking a specialization in embalming. With my grandfather being a doctor, the main subjects such as anatomy, physiology, pathology, and pharmacology were familiar to me since childhood and sometimes caused headaches for young students.
Shortly after, Lawyer Horacio Alvarado QEPD invited me to work with him, first as a production assistant operating the recording booth, and eventually, I started commenting on movies in a section of his program.
From there, what I did received a lot of press, radio, and television coverage. Although I wanted to stay away from the spotlight and focus on my artistic work, every event pushed me into a circle of puzzling events.
At the age of fifteen, I had an exhibition at the Planetario Alfa by invitation from Guillermo Schmidhuber de la Mora, who was the director at that time.
After that, I decided to travel to Cancun and other places. During that time, I had come of age and had considered entering the Faculty of Medicine. However, my lack of discipline led me to enroll in the Faculty of Visual Arts. Although I didn't complete the degree, this experience allowed me to connect with various creators and artists who would become role models for the rest of my life.
One of the few events that broke the sequence of isolation I was in was a sudden desire to engage in physical exercise, even though it hadn't been one of my major interests during childhood. My passion for running led me to participate in marathons, practice swimming, weightlifting, fencing, and martial arts.
Disillusioned by the limited horizons of Nuevo Leon, I decided to move to Cancun, Quintana Roo, on my own in 1988. There, I developed a new professional facet working for airlines and hotel chains.
However, nostalgia for my hometown, my family, and other reasons made me briefly return to get married and complete a residency of three years. Because that's how fairy tales go, the young prince marries the beautiful young woman and they go to a dream city... ha ha ha. Shortly after, I was invited to teach, as I had previously taught classes to cover my high school expenses, teaching English, Greco-Latin, chess, and declamation. In 1991, I presented my first exhibition as an adult, titled "The Collapse of Reason," at the Palacio de Gobierno in Cancun, Quintana Roo.
In 1993, we returned to Monterrey, and on June 4th of that year, my son Aldo Jareth was born.
The following years were whirlwind. I started teaching courses for DIF Apodaca and for Casa de la Cultura Museo Moisés Sáenz, thanks to the kind invitation from Licenciado Ramiro Estrada Sánchez. Although I got divorced, I decided to offer my teaching project to Alejandra Rangel in CONARTE. However, her response lacked enthusiasm and was limited to suggesting that we "compete for a scholarship." That was my third unsuccessful attempt to collaborate with cultural authorities in the state, so I decided not to deal with them anymore.
On February 14th, along with artist friends, we opened CRONOS Tiempo de Todo! Despite having minimal resources, this project became a fundamental part of the urban subculture in Monterrey in the late nineties.
I was determined to make everything work: my professional development, my desire to build a strong family, overcome my anxieties, and face my childhood fears. I dared to give interviews and venture into various activities as if I had been doing them all my life. I even overcame my vertigo by bungee jumping.
Between 1999 and 2000, I coordinated the cultural delegation from Monterrey at the National Youth Encounter 2000 in Meztitla, Morelos, for Causa Joven Nuevo León and the INJUDE. At the same time, I worked as a funeral director at night to cover the expenses of CRONOS Tiempo de Todo!, which never received grants or scholarships.
During those years, I organized four exhibitions with the Municipal Government of Apodaca, Nuevo León, and offered workshops with the Cultural Department of the Municipality of Ciudad Guadalupe, by invitation of Licenciada Jéssica Vargas. In 2005, the State Government of Nuevo León, through the State Youth Institute, awarded us the State Youth Award in the Civic Merits category, presented by then-governor José Natividad González Parás. Later, I was invited to serve as a counselor at the Youth Institute of the Municipality of Ciudad Guadalupe, Nuevo León.
At the same time, I handled the logistics for various events at Cintermex, published stories, articles, interviews, and reviews, and provided publishing opportunities for young literary and comic talents. I also had the opportunity to be an interpreter and master of ceremonies for various national and international artists, such as Marisa de Lille, Corin Nemec, and Peter Mayhew, who recently passed away and portrayed Chewbacca in the original Star Wars saga.
I also had the opportunity to collaborate with Licenciada Laura Fernandez, a prominent cultural promoter and founder of Editorial Regia Cartonera. We worked together on workshops and activities in spaces such as Casa Universitaria del Libro and Papalote Museo del Niño.
During the year I received the Civic Merit Medal in 2005, I remarried and my son Roldán Marcelino was born. In recent years, I have faced a alarming decline in my health and income. I celebrated the twentieth anniversary of CRONOS Tiempo de Todo! with fatigue and sadness, as over the course of twenty years and despite all the documentation, society never showed interest in what I was promoting. On a personal level, it has also been a time of reconciliation. Upon reaching the age of fifty, I understood that the most vital and crucial thing was to follow my conscience and ethical framework, regardless of stepping on the toes of corrupt officials, whether by action or omission. Along this path, I also solidified the loyalty and solidarity of many artists who forged their careers with me as their first admirer, advocate, and companion. Like the child who immersed himself in the fantasy of Star Wars to avoid pain, I closed the circle by capitalizing on everything George Lucas' story has gifted to my life. I have created thousands of replicas in all scales and materials inspired by this and other sagas. Thanks to an invitation from Fernando Galaviz Yeverino, I am one of the 40 authors featured in the anthology "Mundos Remotos y Cielos Infinitos," which highlights the pioneers of science fiction in Regiomontana.
Lastly, through a gracious invitation from Lily Medina and César Carrasco, I returned to San Nicolás, where I had exhibited twenty years ago, to join the Academy for the Arts of the Municipality of San Nicolás de los Garza, under the cultural direction of Katzir Meza Medina. Furthermore, after many years of collaborating each summer, Licenciada Jessica Vargas invited me to be part of the artistic workshops for DIF LAZOS in Ciudad Guadalupe, Nuevo León, where I have the privilege of introducing young children diagnosed with Autism Spectrum Disorder, Asperger's syndrome, and Down syndrome, among others, to the arts.
Over the years, amidst everything I have mentioned, there have been numerous occasions when families entrusted their children to me for classes, and as those children grew up, they also brought me their own children, involving me in their graduations, birthdays, hospitalizations, weddings, and more. Additionally, clay modeling as an art form has shown positive results with certain disabilities. Therefore, among my students, some have been diagnosed with autism, Asperger's syndrome, Tourette's syndrome, Down syndrome, cerebral palsy, and others undergoing rehabilitation for deformities or amputations of fingers or hands.
Although I have taught people of all ages, I have a special inclination for working with children who have the ability to concentrate on tasks and follow instructions. This allows me to make adjustments and adaptations for special cases. My goal in participating in their education is not only to promote artistic awareness but also to contribute to their value formation and socialization. Throughout my years as a teacher, I have overcome any discomfort I may have felt towards individuals. There is always a child bidding me farewell at the end of the course or someone who returns the following year with a special gift. There are even those who show me how my class has positively influenced their professional careers. These experiences have healed any wounds I may have carried for years, more than anything else I consciously or unconsciously attempted.
In summary, this explains why, despite not being the most affable person, I am the one who teaches your children with unwavering dedication.